Para aquellas familias que no puedan hacer frente al pago de sus casas debido al coronavirus, Sareb ha puesto en marcha un parque social de unas 10.000 viviendas para alquiler a disposición de las administraciones. Esta decisión ya había sido aceptada por el Consejo de Administración de Sareb antes que comenzase la crisis del covid-19.
Desde que inició su programa social, la entidad ha firmado diferentes convenios con comunidades autónomas y ayuntamientos – la mayoría capitales de provincia-. El objetivo actual es poder desplegar su acción hacia pequeños y medianos ayuntamientos.
La entidad dirigida por Jaime Echegoyen no tiene establecida cada una de las viviendas, sino que en función de qué consistorio le pida auxilio, verá si tiene casas en su municipio para adjudicar. En los casos que no haya disponibilidad en esa localidad, se vería si hay disponibles en localidades cercanas. Para ello, habría que firmar el convenio con ese otro ayuntamiento.
En estas situaciones, la sociedad lo que hace es ceder temporalmente la vivienda a las administraciones, que son las que se dedican a gestionar las situaciones de morosidad y ocupación. Todas las viviendas necesitan ser adecuadas para acoger una familia, estos gastos son comprometidos por las dos partes.
Las administraciones deberán hacer pago al alquiler con unas cantidades limitadas: 125 euros por hogar o 75 en el caso de viviendas que ya habían sido ocupadas.
La escasez de un parque público de vivienda social era uno de los problemas que se enfrentaban las administraciones, este problema se ha visto empeorado por la actual pandemia.